La hija del escritor Eduardo Barrios, autor de la inolvidable novela El niño que enloqueció de amor, llegó a ser una de las pintoras más importantes del arte contemporáneo chileno. Nacida en 1927, desarrolló una obra vanguardista y con preocupaciones sociales y políticas, en la que los derechos de las mujeres jugaron un rol fundamental.
Marcelo Aravena, director Galería VALA Vanguardias Latinoamericanas, representa la obra de Gracia Barrios y de José Balmes hace ocho años. “A ellos no se los puede separar, hicieron todo juntos: estudiaron, trabajaron como profesores, pintaron, hicieron política gremial, son 70 años de lucha común. Me los presentó Arturo Duclos y enseguida empezamos a trabajar, la verdad es que me extrañó que ningún galerista se haya dedicado antes al rescate y valoración de su obra, mucha de ella estaba desperdigada en ministerios y museos en forma de préstamo y nadie se había dignado a devolverla”, señala.
Su primera función fue recolectar esas obras desperdigadas y organizar la primera exposición Los maestros en el Barrio, en el antiguo local de la galería en Plaza Ñuñoa. Posteriormente los llevó a la feria Ch.ACO el 2013. “Era la primera vez que alguien los llevaba a una feria de arte. Después en enero-marzo del 2015 hicimos la expo Destierra en el Museo de la Memoria y los DDHH. La temática de las obras Balmes-Barrios era muy pertinente al sentido curatorial del museo, tal vez por eso logramos la mayor concurrencia en los cinco años de vida del Museo de la Memoria”.
En abril del 2016, Galería VALA realizó una muestra individual de la Premio Nacional de Arte titulada Mujeres, con obras de los 70, 80, 90 y 2000. A la exhibición asistieron Michelle Bachelet, el expresidente Lagos y el ministro de Cultura de ese entonces, Ernesto Ottone.
El 2017 Aravena organizó la exposición 4 Premios Nacionales (Balmes, Barrios, Roser Bru, Guillermo Núñez) en el Museo Nacional de Bellas Artes con un nuevo récord de audiencia. “Tuvimos presencia en televisión y radio, cosa bastante inusual en las artes visuales. En estos años hemos estado tratando con buenos resultados de internacionalizar la obra de Gracia, tenemos adelantadas conversaciones con museos como el Fine Art of Houston y el Museo Reina Sofía en Madrid. El año pasado realizamos un homenaje en la feria FAXXI. En síntesis, Gracia Barrios tuvo al final de su vida parte de los reconocimientos y honores que merecía, además de los cuidados y atenciones completas y totales por parte de su hija Concepción Balmes Barrios (Conchita) y sus nietas. Podríamos decir que Gracia tuvo una vida y una vejez “digna” en todo el sentido de la palabra y eso nos llena de satisfacción”, concluye Aravena.
El galerista quiso detacar las obras de los años 70 de Gracia que le parecen muy trascendentes al abordar el exilio con sus quiebres, y la reivindicación y lucha por los derechos de las mujeres, “tema sensible y recurrente en el imaginario Barriano”.
Publicado originalmente en El Desconcierto.